Falsedades de las sequías

A continuación reproducimos el artículo de Jorge Olcina Cantos, Catedrático de Análisis Geográfico Regional en la Universidad de Alicante, publicado el pasado 18 de agosto en el diario Levante EMV:

“Dominic Royé, uno de los mejores climatólogos españoles, acaba de hacer público un mapa con la situación de la descarga en los ríos de Europa, donde se pone de manifiesto el importante déficit que arrastran las principales cuencas hidrográficas del viejo continente. La imagen es impactante; la situación realmente preocupante ya. Llevo años señalando, en contra de muchas voces que siguen los parámetros clásicos de la planificación hidráulica en nuestro país, que los trasvases de agua no son la solución a la sequía.

Porque cuando hay una situación de sequía tan intensa -en porcentaje de reducción de lluvias respecto a lo normal- y tan extensa -por espacio geográfico afectado-, como la que comienza a afectarnos no hay agua que se pueda trasvasar. Al contrario, los trasvases entre cuencas hidrográficas en estas coyunturas climáticas se convierten en objeto de conflicto entre las regiones receptoras que se creen con los mismos derechos que en años de bonanza de lluvias y las regiones cedentes que no quieren soltar el escaso caudal que se va quedando en los embalses.

Aún más, en el contexto actual de cambio climático, con recursos pluviométricos a la baja en gran parte del sur de Europa, los trasvases terminan siendo infraestructuras costosísimas con un uso cada vez menor. Reitero, las sequías no se solucionan con un esquema hídrico basado en los trasvases entre cuencas. La sequía se soluciona con planes que contemplen el uso de fuentes diversas (ríos, acuíferos, aguas pluviales, aguas depuradas y aguas desaladas). En el siglo XXI, los trasvases solo pueden tener sentido para sufragar situaciones de déficit estructural de lluvias dentro de una misma cuenca hidrográfica y con acuerdo entre usuarios.

Las sequías se solucionan con infraestructuras de abastecimiento urbano que cuenten con depósitos de almacenamiento con capacidad para al menos 12 meses sin aporte alguno de lluvia. No es normal que haya poblaciones del norte peninsular que estén aplicando cortes de agua por falta regular de lluvias durante apenas 3 ó 4 meses. Y las sequías en España requieren un debate profundo sobre nuestro modelo agrícola, sobre los cultivos que se practican y sus rentabilidades efectivas, sobre los sistemas de riego que se emplean y sobre el gasto real-repito, real- del agua que se emplea.

Dado que la situación que estamos viviendo en nuestro país va para largo, me propongo hacer pedagogía para mostrar a la población que es posible afrontar coyunturas de sequía con soluciones efectivas. Soluciones, eso sí, que deben aprobarse y ejecutarse en los años de normalidad pluviométrica.

Con estos comentarios pretendo evitar la confusión que generan una serie de falacias típicas que se transmiten interesadamente en estas coyunturas de sequía a modo de soluciones mágicas que tienen poco de solución y mucho de falsedades o medias verdades que buscan el ruido mediático. Ésta es la primera. Los trasvases no solucionan las coyunturas de sequía”.